Conducir en
India
Acabo de regresar de uno de los paises más
insólitos del mundo: India. Casi todo el mundo vuelve hablando de
experiencias místicas pero nunca habia oido comentar a nadie como se conduce en
la India. Y creedme, es toda una experiencia. Siempre había pensado que los
italianos eran los peores conductores, con una mano en el claxón, otra en la
ventanilla y las gafas de sol imprescindibles, preferentemente de noche, pero
ahora he cambiado de idea.…
En
India la mayoría de la gente que tiene coche también contrata un chofer.
Conducir en ciudad es un reto a tu habilidad de respuesta. Casi nadie utiliza
los intermitentes, el método para avisar es utilizar el claxón. Cada diez
segundos más o menos se toca el claxón. Incluso los camiones llevan un cartel
atrás indicando que se utilice el claxón para avisar. En los cruces prima lo que
tu quieras. Te puedes encontrar coches mirando de frente, de costado… y el
problema es que no solo hay coches. El transporte público más común es el
rickshaw, un carrito tirado por bicicleta, y la versión moderna: El
autorickshaw. Una especie de moto con tres ruedas en la que pueden ir
pasajeros detrás. Estos vehículos vuelan por las calles y te pueden salir por la
derecha, por la izquierda o de frente.
Otras
normas de seguridad incluyen no utilizar los cinturones. De hecho algunos coches
ni los llevan. Los niños siempre delante, solos o con adulto(s). El número de
personas que cabe en un coche depende del número de pasajeros que haya que
transportar.
Y lo mismo se aplica a las motos. En muchos
casos es el vehículo familiar y es común ver al matrimonio y dos hijos en la
moto. También se utiliza para transportar todo tipo de mercancías, como las
bicicletas. Desde cocos, a cubos para el agua, troncos, sacos, etc..
Todo
esto se agrava cuando sales en carretera. La autopista NH 7 (Bangalore -
Mysore) por ejemplo mide en casi todos sus tramos unos 4 metros. Los baches
tienen dimensiones monumentales. En una ocasión encontramos un autobús encallado
en un agujero en el que se había metido ¡una rueda
entera!. Teniendo en cuenta que el autobús en cuestión
iba cargado hasta arriba de pasajeros y no tenía luna delantera, me hizo pensar
que el transporte público es una opción que no debería considerar.
Por
las carreteras no solo van coches, autobuses, camiones o motos. Hay que
compartir con bicicletas, peatones, carros tirados por búfalos, vacas y de vez
en cuando el típico señor con un apretón que se pone a hacer sus necesidades
cara a los coches. Imagino que les sirve de inspiración.
En lugar de triángulos se utilizan piedras. Incluso cuando
las carreteras están terminadas, se llenan de piedras para que no se circule por
ellas.
El caso es que dentro del caos también hay
un orden, y pasados los primeros días te acostumbras. Pero he de reconocer que
se agradece volver al mundo civilizado, donde existen las señales aunque los
conductores te miren con cara asesina cuando no te echas a la derecha y el
claxón se utilice muchas veces como alternativa al insulto.
Gloria Lorenzo
Diciembre 2004
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