¿Cuantos de vosotros conocéis a
alguien que tiene un navegador en el coche?. Pero si parece que lo regalan con
los periódicos ..., mmh, perdón, es verdad, ya lo regalan. Aunque algunos lo
llaman "GPS" o "TomTom", aunque sea un Via Michelín. Es como los rotuladores de
tinta, que todos los llamamos Rotring, aunque sean Paper Mate.
Todos piensan, los que lo tienen,
que facilita la conducción, que ayuda a no tener que ir buscando la calle en las
ciudades, incluso los hay que tienen un listado de radares. Pero, como muchas
cosas, si no nos explican bien las cosas, terminan causando más problemas que
ventajas.
Además que sepan
la normativa vigente en España: El uso de dispositivos GPS en marcha
puede ser multado con hasta 300€ y 3 puntos de carnet.
Hoy en día hay una ley europea
que impide su uso en el caso de que el coche esté en marcha, pero de momento es
sólo para los que vienen instalados
de fábrica en el coche. Pero los portátiles o "nómadas" o aquellos que incorporamos cual
electrodoméstico más al habitáculo, están exentos. Al menos de momento.
Puede ser un aparato que, bien
utilizado, nos brinde los beneficios para los que se ha creado. En éste artículo
les vamos a comentar algunas recomendaciones para que no sea generador de
problemas y sí cumpla su funciones.
Su uso y
manejo
La recomendación principal, es
que una vez adquirido el navegador, haga unas cuantas prácticas desde un lugar
tranquilo y seguro. Es decir, sin mover el coche, bien dentro del coche o fuera.
Debemos leernos las instrucciones, y realizar algunas pruebas típicas como
planificar una ruta, calcular el recorrido entre dos lugares, configurar lo que
quieres que aparezca y no, configurar si tiene modalidad para visualización
nocturna, altamente recomendable, etc.
Debemos saber bien como son los
menús principales, y donde están las opciones más comunes, para ir hacia ellas
de manera rápida. Si el programa tiene la posibilidad de tener Favoritos o
sitios habituales, debemos programarlos para que el ir a ellos sea rápido.
Desde el principio tenemos que
acostumbrarnos a preparar la ruta desde parado, sea posible o no, y no empezar
el camino sin tenerlo todo planificado y programado. Si es un nómada del tipo
PDA + antena GPS, hasta que no tome los satélites con señal y empiece a
funcionar no debemos comenzar la ruta. Si necesita su tiempo la antena, pensar donde vais
a parar, que sea seguro para programarlo correctamente. Recuerde que manejarlo
en marcha distrae casi lo mismo que manejar un móvil, puede tener un susto o un
accidente, a parte de la sanción.
En el caso de poder poner
radares, programarlos para que te avise con tiempo suficiente más de 500m, y
sólo en el caso de que estén en la ruta elegida. Evitaremos que nos diga
información inútil.
La ubicación
para los portátiles
Y una vez que tenemos destreza
en el manejo de nuestro navegador, y para aquellos nómadas, viene el
siguiente paso, ¿donde lo coloco?.
Antes
de decidir donde lo coloco, según la fisionomía de mi coche, casi mejor saber
donde no debo colocarlo. Según ésta figura, podemos ver que dentro de la
zona azul, es lo mínimo que necesito para poder abarcar con seguridad la mayor
parte de las cosas que ocurren en la circulación, que pueden afectarme a mi. En
rojo se marcan los ángulo de visión nítida necesarios para identificar con
claridad un espectro seguro de la visión. Éstos ángulos son lo que voy
observando mientras conduzco.
Al situarlo fuera de la zona
azul, no sólo quito poca zona de visión, sino que evito la tentación de ir
mirándolo a menudo. Luego por lo tanto todo lo que
sea poner el navegador en ésta zona, supone perderse acciones que pueden
provocar un accidente.
El navegador debe estar bien
fijado, para que en caso de impacto no salta disparado. Y si el vehículo dispone
de airbag, no los ponga encima de ellos, ya que si saltan dispararán el
navegador como un proyectil contra nosotros.
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Ni que decir tiene que ponerlo justo enfrente, reduce
a la mitad el campo de visión total y es de todas la más peligrosa.
Pero si lo desplazamos a la derecha, debajo del
espejo retrovisor central, tapamos la visión de lo que ocurre a
nuestra derecha o en frente.
En ésta imagen se puede ver como en el cruce,
tapamos casi todo lo que transcurren la calle que viene a nuestra
derecha. |
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Y si lo
ponemos a la izquierda, en el ángulo inferior, nos entorpece para
ver lo que puede aparecer por nuestra izquierda, por lo que para
cuando queremos ver el obstáculo está dentro de nuestra trayectoria,
quizás un poco tarde ya. Además si tenemos
que alimentarlo enchufado al mechero, el cable pasará por el volante
y/o piernas, con lo que puede llegar a engancharse en una maniobra. |
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Por lo tanto, en ésta foto se muestra un ejemplo de
donde sería aconsejable ponerlo. Lo más pegado al salpicadero, y
desde luego, fuera de la zona de visión habitual.
A la misma altura pero en el hueco de la izquierda,
también es posible siempre y cuando no impida la visión.
Estas son las zonas donde menos posibilidades
tenemos de ocultar información del tráfico. |
Todos éstos ejemplos han sido tomados en
situaciones de escaso tráfico, por lo que si entramos en una ciudad con
cantidad de agentes en movimiento, el grado de accidentalidad se eleva.
Alberto
Lorenzo
Noviembre de 2.007