Como pegar saltos en un rally

En este artículo, quiero explicaros como abordar un salto en un rally. Aunque cualquier persona de “tamaño medio” podría pensar que saltar con un coche es sólo hazaña exclusiva del Knight el coche fantástico y de los torpes que salen en la serie “El Equipo A”, en competición resulta relativamente sencillo volar.

Cualquier irregularidad del terreno, en forma de rampita que a velocidades normales no es más que un leve bache más, a la caña que van los coches, se traduce en unas milésimas de segundo de pérdidas de tracción o un pequeño rebote que se corrige con el volante.

Pero lo que de verdad puede dar al traste con nuestro coche y nuestras costillas, son los saltos o vuelos rasantes como los que  protagonizan los WRC.

Algunos saltos de impresión:

El Rally de Finlandia hace unos años se denominaba “1000 Lagos” aunque cariñosamente los pilotos le llamaban el “1000 saltos”. Se llegaban a realizar vuelos de hasta 20 metros a velocidades de más de 160 Km/h. Para eso hay que haber realizado muchos saltos anteriormente y tener una sangre muy fria.

Cuando son saltos que se tienen anotados en el Road book, se deben tener en cuenta que cuanto más tiempo estés volando, más fotos te van a hacer y más espectacular quedas, pero como en otros casos lo espectacular está reñido con lo efectivo. Luego cuanto más tiempo tengamos la ruedas en el suelo más tracción podemos transmitir al suelo y así ir más rápido. Pero a pesar de eso hay muchas veces en la que el vuelo es insalvable, luego debemos tenemos bien anotado y operara de la siguiente manera:

-         Abordar el salto lo más recto posible, es decir, no llevando el coche de lado y por lo tanto las ruedas demasiado giradas.

-         frenar levemente justo antes coronar el salto

-         mantener siempre la dirección lo más recta posible, para esto vienen muy bien esas marcas en el volante (una cinta amarilla o blanca en la parte central y superior del volante) que indican la orientación de las ruedas en todo momento. Fijaros en las fotos.

-         dejar de acelerar o mantenerlo si pisar más. Hay que tener en cuenta que las ruedas ya no ofrecen apenas resistencia y el motor las empuja casi hasta el corte de inyección. Es muy característico oír petardeos en pleno vuelo debido a este efecto. Para esto es conveniente apretar todo lo posible el pie izquierdo que está apoyado en el reposapie, para que el cuerpo se mueva lo menos posible al aterrizar.

-         Y al caer aguantar muy bien la dirección siempre recta. Al caer se ejerce una presión extraordinaria contra el suelo, con lo que obtendremos la mayor adherencia posible, con lo que si nos pilla con las ruedas giradas, el coche girará en ese sentido.

El aterrizaje es la parte final más delicada, pero ante la que sólo podemos afrontarla con cargas en los alerones traseros, para que sea la parte trasera la que tienda a caer primero. Si el salto se hizo dando mucho gas, es posible que caiga la trasera antes o incluso, lo ideal, las cuatro a la vez. Pero si el salto se produjo, en una zanja, charco, paso a nivel, etc., es muy posible que el eje trasero salga rebotado y provoque que sea el morro el que aterrice primero, con lo que puede trastocar, paragolpes, radiador, faros auxiliares, intecooler u otro componente mecánico vital.

Mira como aterrizan algunos:

Por lo tanto, recordar, si podéis saltar menos reduciendo, hacerlo, se gana más que saltando muchos metros, siempre con las ruedas rectas, si caes y tienes que corregir que sea una vez aterrizado y no en pleno vuelo, y sujetarse el cuerpo todo lo posible para que el impacto no nos haga realizar movimientos extraños.

Como en anteriores artículos os he recomendado, no lo hagáis nunca en carreteras abiertas, es una de las operaciones más espectaculares, pero que conllevan más riesgos para manos inexpertas.

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