AUDI A5 2.0 TFSI S
TRONIC 211 CV
ELEGANCIA
Y DEPORTIVIDAD AL SERVICIO DEL CONDUCTOR
Combinar el estilo deportivo de un Audi A5
Coupe con la elegancia que llevan implícita todos los modelos de la marca de
los cuatro aros era una tarea complicada. Con este modelo lo han conseguido y
si además lo combinamos con la motorización dos litros TFSI de 211 caballos y
cambios automático S Tronic, el cocktail es explosivo. Rendimiento suave y
progresivo a bajas revoluciones, pero “arriba”, las sensaciones son fuertes
pero controlables gracias a la excelente tracción Quattro.
Con estas premisas, sin ninguna duda nos
vamos a encontrar con un coche fascinante en cuanto al diseño y tremendamente
deportivo en cuanto a su carácter y comportamiento dinámico. Debemos
definirlo como un Coupe de lujo, en teoría porque simplemente es un Audi y en
la práctica por los excelentes materiales y acabados de su interior y el
confort a la hora de rodar con él.
Por tamaño debemos colocarlo entre en un A4
un A6, pero el comportamiento es más parecido a un TT que a las dos berlinas,
y es lógico por el tipo de coche que se trata. Comenzando por su interior,
nada más acomodarte en el habitáculo podemos respirar el aire de lujo y
calidad típicos de la producciones de la marca alemana. El diseño y la
ergonomía de los asientos, con el mullido perfecto para una conducción cómoda
y rápida, la disposición de los mandos y relojes y la calidad de todos los
elementos quedan patentes desde el primer vistazo. La comodidad de las plazas
delanteras son comparables a la de, por ejemplo, un A4. En cuanto a las
plazas traseras,,,, se trata de un coupe y no podemos pedir peras al olmo,
pero se puede viajar con relativa comodidad. Un detalle a tener en cuenta y
que demuestra claramente el lujo del A5 es el deslizamiento de los asientos
delanteros a la hora de abatirlos para acceder a las plazas traseras. Gracias
a estos centímetros extra, el acceso es mucho más sencillo.
A
la hora de ponerlo en marcha, tan solo notaremos un agradable sonido. Los
primeros kilómetros de prueba los hacemos por ciudad y, no nos cansaremos de
decirlo, el cambio automático es una auténtica gozada. Te olvidas del
embrague y solo te tienes que concentrar en el acelerador y el freno.
Circulando a bajas revoluciones, con el AUDI DRIVE SELECT en la posición
confort, el nivel de rumorosidad es prácticamente nulo y se puede circular
cómodamente por autovías casi en silencio.
En esta situación, el A5 es casi como un
“cordero”. Ahora, nos ponemos serios y empezamos a buscar sensaciones al
motor. El “cordero” se convierte en un lobo con ganas de devorar kilómetros y
transmitir sensaciones. Colocamos el botón del Drive Select en la posición
Sport y pronto observamos que los cambios de velocidad los hace a mas
revoluciones y a medida que estas aumentan, el sonido del motor se hace más
perceptible y bonito. Pero aquí no acaba todo.
La palanca de cambios la pasamos a posición
manual, y todas estas sensaciones aumentan. El S Tronic de 7 velocidades es
un prodigio de funcionamiento en cuanto a rapidez y efectividad. Da gusto
darle hacia adelante o hacia detrás para subir o bajar velocidades y poder
mantener el régimen de giro muy cerca de la zona roja. Los 211 caballos te
catapultan hacia adelante sin dilación y las curvas cada vez tardan menos en
llegar. Tenemos la sensación de el coche va sobre raíles. Las cuatro ruedas,
aún apurando las situaciones en curvas, se mantienen en su trazada y en
ningún momento da la sensación de perder adherencia… gracias a sistema de
tracción total Quattro.
Después
de todo esta exhibición de aceleraciones y trazadas, tenemos que frenar.
Tampoco hay problemas, el A5 cuenta con un excelente paquete de frenos y
suspensión (S Lline en nuestro caso) que son capaces de mantener siempre al
A5 dentro de lo “negro”.
La conclusión que podemos sacar del A5 es
muy clara y sencilla. Estamos ante un coche que nos sirve para ir de paseo,
disfrutando de la conducción relajada y pausada y con unos niveles de confort
y lujo altísimos. Pero si dejamos de lado el traje y la corbata y nos
enfundamos los tejanos y un polo…. y le pedimos “marcha”, el A5 no nos va a
dejar tirados. Va a cubrir todas nuestras exigencias con soltura….
José Andrés Merino
(enero 2010)