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Una apuesta de futuro muy difícil para la marca bávara es este nuevo modelo que ha venido a llenar un hueco existente en la gama y que pretende hacerse con un buen número de ventas. Es un concepto totalmente nuevo para BMW, un monovolumen de los llamados de medio tamaño y tracción delantera. Para los “puristas” de BMW un auténtico sacrilegio, pero para otros, un “ya era hora”.
Y así es… si miramos el pasado de la marca, nunca habían tenido un modelo como este en su gama… Pero si preguntamos a los “necesitados de este modelo”, nos dirán que llevaban tiempo esperando esto dentro de la marca. Un monovolumen de algo más de cuatro metros que tiene unos ingredientes mas que interesantes: tecnología BMW, lujo BMW y versatilidad.

Esta es la carta de presentación de un modelo que todavía no es conocido por muchos. Evidentemente, para los aficionados al mundo del motor si lo es, pero para la gente de la calle, no, de hecho son muchos los que preguntan sobre él cuando aparcamos. Y es que es algo a lo que no se esta acostumbrado a ver con el logotipo de BMW en la parrilla delantera.

INTERIOR
Para el diseño de este coche, en BMW se plantearon un objetivo claro, que era aprovechar al máximo cada centímetro para dar cabida a las familias con dos o tres hijos y que necesitaban también algo de maletero. Esta, tal vez sea una de las razones por las que se pensó en la tracción delantera, el dejar todo el espacio posible tanto en el habitáculo trasero como en el maletero.

Concretando con cifras de medidas, vemos que tiene 4.3 metros de largo, 1.80 metros de anchura y casi 1.60 metros de altura. El acceso al interior es cómodo y una vez colocados frente al puesto de conducción, pronto nos percatamos del lujo y calidad al que BMW nos tiene acostumbrados. Un detalle que llama la atención es que no parece que estemos ante un monovolumen por la altura que tenemos respecto al suelo. Tal vez BMW haya pensado en esto para mantener “sensaciones” de vehículo deportivo.
Si nos vamos a las plazas traseras, son múltiples las posibilidades de personalización que tenemos para encontrar la “medida justa”. En primer lugar, la banqueta trasera se puede mover de forma longitudinal 133 centimetros y los respaldos se pueden abatir tanto desde dentro o desde el maletero, consiguiendo así una superficie plana de carga que permite llevar objetos de longitud considerable.

Si buscamos capacidad “modulable” también lo tenemos ya que el respaldo se puede abatir en 40:20:40 y adaptarlo a nuestras necesidades. La capacidad mínima del maletero casi llega a los 470 litros, a los que se puede sumar un pequeño compartimento de 70 litros bajo el piso, que incluye también el kit reparapinchazos. El porton equipa de serie la apertura eléctrica.

Como debe ser en un coche de estas características, encontramos por todo el interior multitud de huecos portaobjetos, siendo el de mas capacidad el que tenemos bajo el reposabrazos central, que al mismo tiempo alberga la toma de corriente de 12v y una toma auxiliar de USB.

EN MARCHA
Soberbio y sorprendente. Soberbio porque tiene un funcionamiento para quitarse el sombrero y sorprendente, porque es una caja de sorpresas en algunos aspectos. 150 caballos y cambio manual de 6 velocidades pueden dar mucho de sí, sin olvidar que estamos ante un monovolumen.

La primera sorpresa nos la llevamos con solo ponerlo en marcha. Nuestra sensación es que es tremendamente silencioso y con una ausencia total de vibraciones. Los primeros kilómetros los hacemos por la ciudad y el manejo del cambio no es complicado y no hay que hacerlo con demasiada frecuencia, ya que el par motor permite “maltratarlo” y salir airoso casi de cualquier apuro.

En autovía, hacemos uso del control crucero a velocidades permitidas y la ausencia de ruido es casi total. De hecho, mas de una vez, después de 40 o 50 kilometros te das cuenta de que vas en 5ª velocidad… En carretera revirada, a pesar de comportarse de manera “soberbia” gracias a un tarado de suspensión muy equilibrado, no debemos olvidar la carrocería que llevamos y que de una curva a otra acumulamos ciertas inercias… pero claro, es difícil olvidarlo cuando llevas bajo el capó 150 caballos.

Con estos recorridos, con tramos de “conducción eficiente” y otros en los que no teníamos compasión con el pie derecho, otra de las sorpresas que nos hemos encontrado en el 218d Active Tourer: muy poco más de 6 litros de consumo medio.

La conclusión a la que podemos llegar después de esta semana de pruebas es que en BMW han podido dar con la “tecla”. Un monovolumen de tamaño medio, con un acabado a todo lujo, un motor que funciona a las mil maravillas, espacio suficiente y unos consumos bastante equilibrados…
¿Qué mas podemos pedir? ¡¡Que nos llegue el presupuesto!!