En la misma medida que la familia aumenta,
aumentan los problemas a la hora de viajar todos juntos. Si tenemos la
necesidad de viajar más de cinco personas, nuestras alternativas son bastante
dispares, desde auténticas furgonetas de carga con asientos, hasta
todoterrenos de lujo, pero siempre tendremos la opción de decantarnos por un
monovolumen.
Evidentemente tenemos que valorar
nuestras necesidades, ya que si al alto volumen de viajeros, le tenemos que
unir condiciones de conducción extremas, nuestra elección tiene que ser el TT.
Si por el contrario, no tenemos la necesidad de una tracción permanente del TT,
pero sí de una gran capacidad de carga, nos decantaremos por las “furgonetas
con asientos”.
Ahora, si no tenemos ninguna de las dos
necesidades anteriores y solo buscamos viajar con 7 plazas y algo de maletero
con la comodidad que proporciona un turismo de última generación, una de nuestras
alternativas es la Seat Alhambra. Un monovolumen de 7 plazas que aúna la
posibilidad de las 7 plazas con un el confort de un turismo.
PREPARANDO EL VIAJE
Para poder sacar el máximo partido a la
Alhambra había que preparar un viaje largo con pasajeros. Teníamos dos
opciones, o llevar a la “familia política” para rellenar plazas, o llevar a
amigos y hacer un viaje que llevábamos tiempo preparándolo y el largo fin de
semana en el que disponíamos de la Alhambra se antojó ideal. Así que, tras
varias conversaciones, 4 adultos y 2 adolescentes mas equipaje, nos acoplamos
perfectamente para algo más de 1.000 km ida y vuelta. Córdoba nos esperaba, con
largos tramos de autovía, tramos de carretera nacional y como no, la urbe.
El primer paso de acoplarnos los 6 lo
superamos perfectamente y sin dudarlo cada uno tenía un sitio asignado. Dos
adultos en las plazas delanteras, dos en las centrales y los dos adolescentes
en la última fila de asientos. Hay que resaltar, que en la fila de asientos
central, uno de ellos quedaba libre, el central, que con el respaldo abatido
servía perfectamente para dejar objetos encima.
De las plazas de conductor y copiloto poco
hay que decir. Increíblemente amplias. Con estas dos palabras se resumen
perfectamente. Para el conductor una posición cómoda, elevada, con gran
visibilidad con todos los mandos muy a mano y con un funcionamiento muy
intuitivo. Para el copiloto más de lo mismo, con gran espacio libre para las
piernas.
El acceso a las plazas traseras se hace
sin ningún problema ya que la gran accesibilidad que ofrece gracias a las
puertas deslizantes laterales y al abatimiento de la banqueta lateral lo
permite sin problemas. Una duda que tenía antes de probarlo era el espacio
libre que quedaría para las rodillas en la última fila de asientos. Mucho más
que suficiente, ya que las banquetas de la fila central permiten un ligero
desplazamiento longitudinal que permite aumentar el espacio trasero.
Para aumentar el nivel de confort en estas
cinco plazas traseras, tienen una regulación del climatizador independiente,
asegurando así la temperatura ideal en todas las situaciones.
CONFORT
La unidad de pruebas que puso a nuestra
disposición Seat venía bastante “cargadita de extras”. Empezamos por el techo
panorámico, que para los viajeros más jóvenes en un extra importante ya que tal
y como dicen ellos “se pueden ver las estrellas por la noche”. Seguimos, por
las opciones independientes de climatización, el cambio automático DSG,
pantalla táctil con navegador y toda la información que podamos necesitar,
tanto en la pantalla como en el cuadro de relojes. La apertura eléctrica de la
puertas tanto laterales como portón es un punto muy a favor de la Alhambra.
En el maletero encontramos un pequeño
botón con el dibujo de una bola de remolque que, con tan solo pulsarlo, hace
que mágicamente aparezca la bola debajo del paragolpes como si fuera una
aparición. Para muchos esto es algo inservible, pero si te pones a pensarlo
puede ser muy práctica. Con las 7 plazas utilizadas, el maletero en un momento
dado puede quedarse escaso y un remolque para transporte no vendría mal…
Cuando uno viaja con niños, estos suelen
llevar mi cosas para su entretenimiento. Desde pequeños juguetes hasta libros y
ahora ya últimamente las famosas Tablet. En la Alhambra tienen la posibilidad
de llevarlo todo bien recogido y sin que vaya suelto por el habitáculo, ya que
son muchos los huecos porta objetos que encontramos por todas las zonas. También,
para los que necesiten cargar sus aparatos electrónicos hay tomas en todas las
filas de asientos.
EN MARCHA
Los primeros kilómetros los hacemos por la
ciudad y antes de salir a la carretera nos toca buscar aparcamiento ya que
siempre hay que hacer una compra de última hora. Los casi 5 metros hacen pensar
que va a ser difícil colocarlo entre dos coches. No hay problema, un toquecito
al botón de “park assist” y tan solo hay que seguir las instrucciones para que
el coche se aparque solo. ¡¡Que gozada!!
Los atascos en los semáforos se van
diluyendo y una vez más estamos encantados del cambio automático. Todavía hay
contrarios a la hora de usar este tipo de cambio, pero a mí personalmente me
parece de lo más cómodo que hay. De un semáforo a otro con solo el pie derecho.
Acelerar y frenar. Acelerar y frenar. Poco más se puede pedir.
Dejamos la urbe y nos vamos a la autovía.
Casi 400 km nos esperan por delante y los 177 caballos del 2.0 nos llevaran con
agilidad pasmosa. En cuanto se limpia un poco de tráfico, programas el control
de velocidad sin superar los márgenes legales y kilómetro a kilómetro ves como
va bajando el consumo medio de combustible. De los casi 7,5 litros de media en
la ciudad, se baja a poco más 6 litros en autovía.
No es un coche del que debamos hablar
refiriéndonos a sus prestaciones máximas, pero si sobre estas cifras que he
comentado. Se puede circular con carga, a velocidades legales por poco más de 6
litros. Sin duda, es un dato importante y un buen argumento de compra si
tuviéramos dudas.
El equipo de suspensiones y frenos cumple
su cometido perfectamente. Las primeras filtran perfectamente las
irregularidades del terreno y convierten al habitáculo en un lugar confortable
para viajar. Los frenos, sin comentario, no necesita más.
Hay que destacar la gran insonorización de
la Alhambra. Una vez en marcha, la rumorosidad es mínima y se puede mantener
una conversación con un bajo nivel de voz hasta con los ocupantes de la última
fila de asientos.
MALETERO
Ya he comentado que cuando van las 7 filas
ocupadas el maletero puede ser algo escaso. Debo decir que dos maletas para 4
adultos y dos adolescentes cupieron perfectamente en la Alhambra. Ahora, si las
maletas son para dos semanas y con muchos niños…. Sacaremos partido a la bola
de remolque.
Si por el contrario viajamos solo
conductor y acompañante y tenemos la necesidad de mucho maletero, la Alhambra
es “brutal”. Todos los asientos son plegables y se queda una superficie plana
de carga en la que pueden llegar a entrar muchas cosas. Por citar un ejemplo,
dos bicicletas de montaña sin desmontar, dos enormes bolsas con equipaje, cajas
de herramientas, y aún seguía sobrado espacio.
La modularidad de los asientos permite
convertir a la Alhambra en 2 plazas, 3, 4, 5, 6 o 7 y de esta forma los asientos
no ocupados se “esconden” y dejan espacio libre para la carga. En este caso,
con la tercera fila de asientos reclinada, pudimos meter las dos MTB con las
ruedas desmontadas y dos bolsas de deporte, quedando aún espacio libre para más
cosas.
CONCLUSION
Evidentemente estamos ante un coche
especial para usuarios con unas necesidades concretas. Si te encuentras entre
ellos la Alhambra es un “buen cacharro”, con muy buenas terminaciones heredadas
de sus primos, motor muy potente pero parco en consumo, “gadchets” que hacen la
vida a bordo muy confortable y con la tranquilidad de poder decir a tu mujer
que no hay problemas de espacio con el equipaje!!!!!