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Seat Ibiza Cupra

Cupra…. Palabra mágica entre las creaciones de Seat. Todavía recuerdo la primera vez que tuve la oportunidad de probar un Seat Ibiza Cupra. Mediados de los 90, Ibiza impecable, blanco, con las letras en la aleta que le identificaban y diferenciaban de sus hermanos de gama, deportivo de verdad, civilizado pero con carácter y personalidad… Así era. Después de esta licencia dedicada al pasado, volvemos al Siglo XXI y a la realidad. Cupra con motor 1.8 TSI de 192 caballos.

Evidentemente después de esta presentación y, para que negarlo, los recuerdos, que cada vez que una versión de Ibiza Cupra pasa por mis manos me llevan a esa primera unidad, los nervios y las ganas de disfrutar el 192 caballos están presentes desde el primer momento.

AMOR A PRIMERA VISTA
Esto lo digo de muchos de los coches que han pasado por aquí, y es cierto. Lo de la monogamia en tema de coches no es para mí. Para ser completamente feliz creo que tendría que tener varios en el garaje, pero sin dudarlo ni un momento uno de ellos tendría que ser un Ibiza Cupra.

Estéticamente, los de Seat han diseñado un coche que acapara miradas desde el primer momento.
Si enfocamos hacia la vista delantera, pronto nos seducirán sus alargados ojos led combinados con sus parrillas delanteras, sin duda, sinónimo de deportividad. Un pequeño logotipo a la izquierda de la S de Seat indica que estamos ante una estirpe especial.

Abandonamos el frente y nos vamos a su vista lateral. ¡¡¡¡Las llantas!!!! Buff, que  bonitas, que unidas a los perfiles de sus laterales, dan vida a una vista que se llena de deportividad. Abandonamos el lateral y de su “trasero” nos encandila a primera vista el escape central  y dos tomas de aire justo detrás de cada rueda.  El símbolo de Cupra y su símbolo lo tenemos debajo de la S de Seat que sirve de “abridor” para el maletero y en la parte derecha abajo en el portón respectivamente.

La única carriceria disponible para este modelo es la 3 puertas,  lo que además de aumentar su estilo deportivo hace que su comportamiento deportivo sea mejor, ya que al carecer de puertas traseras su efectividad va a ser siempre mayor en todos los terrenos.
Resumiendo sobre su aspecto exterior,  debo decir que es bastante diferente a sus hermanos de gama. Los ligeros toques en su diseño hacen que haya una clara diferencia entre la versión Cupra y las demás. No solo son los logotipos, vemos también  las llantas, la altura ligeramente rebajada , paragolpes mas prominentes con tomas de aire, escape trasero central…. Toques que le convierten en un coche diferente y único.

MISMA TONICA
Y seguimos con “la primera vista”. Ahora digo que la primera impresión es la buena y la que queda. Han sido varios los artículos que he leí sobre el Cupra antes de esta prueba y uno de los denominadores común en todos era el cuidado y esmerado interior. Nada más abrir las puertas  de acceso nos encontramos con unos excelentes asientos personalizados con acabado deportivo que parece que invitan a sentarte y acomodarte rápidamente.

Lo hacemos rápidamente y observo  que además de bonitos son cómodos y efectivos, ya que sujetan al cuerpo perfectamente. Seguimos viendo cosas y lo siguiente que llama la atención es el volante multifunción, acabado en cuero y achatado en la parte baja. El toque deportivo culmina con el pomo de la palanca de cambios:  especifico, asi como el pedalier, del Cupra.

El conjunto del tablero de mandos y de la consola central nos recuerda claramente a sus “primos alemanes”, siendo claros, legibles y fáciles de usar. Todo ello forma un conjunto equilibrado y agradable a la vista, destacando de sobremanera la pantalla táctil desde la que manejamos todo el equipo multimedia, asi como podemos ver toda la información necesaria del ordenador de a bordo.

EN MARCHA
Llega la hora de la verdad y empezamos a analizar lo que puede llegar a ofrecernos dinámicamente hablando el 1.8 TSI de 192 caballos. Los primeros kilómetros por la ciudad nos muestran que es un motor muy lleno a bajo régimen. Los 350 Nm que rinde permiten movernos con soltura por la urbe. A pesar del duro tarado de las suspensiones podemos decir que estamos ante un coche comodo.

Nos lanzamos por la autovía y pronto sin darnos cuenta superamos con creces las velocidades permitidas. Con una velocidad máxima de 235 km/hora es fácil “pasarse” y es muy fácil mantener cruceros  bastante altos con unos consumos ajustados. Si en un momento dado necesitamos recuperar el ritmo “original” después de una reducción inesperada de la velocidad o frenazo inoportuno, no es necesario hacer uso del cambio. Aunque el régimen de giro baje hasta las 2.000 rpm. El 1.8 con tan solo apretar el acelerador vuelve a su ritmo de crucero sin dilación.

Puestos en faena nos  vamos  a buscar un tramo revirado de montaña, eso si, con las precauciones necesarias al estar abierto al tráfico. Ahora que empezamos a jugar un poco más con la caja de cambio y a exprimir el 1.8 hasta la zona alta del cuenta vueltas, observo que el sonido cambia radicalmente. En cuanto entras en la “zona buena” , una sinfonía inunda los oídos e invita a mantener alto el régimen de giro. Una bonita experiencia, ya que el cambio del Cupra permite hacerlo… pero antes de animarnos más, la logíca nos recuerda que no estamos de carreras.

Del  conjunto de frenos y suspensiones poco hay que decir. Los primeros cumplen sobradamente con su cometido sin síntomas de fatiga en ningún momento. En cuanto a las suspensiones,  son comodas y filtran bien las irregularidades del asfalto y, si buscamos una conducción deportiva, también pasan el examen con nota.

CONCLUSION   
Si te gustan los coches con carácter el Cupra puede ser una buena opción. Es un coche que llama la atención por su acertada estética y un comportamiento dinámico en todos los aspectos intachable. Es comodo y cuando le buscas las cosquillas rinde como un buen deportivo que es. Sin duda, uno de los coches que tendría en mi garaje.



José Andrés Merino
(marzo 2016)

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