Escuela Luis Climent
Ya iba siendo año que alguien montara algo
digno de la afición valenciana a los coches.
Luis Climent y
su Escuela de Conducción organizan unos cursos que sacan un
rendimiento muy alto de las instalaciones que tienen en el Circuito de Ricardo
Tormo – Valencia.
Tienen
multitud de cursos, pero en el aspecto de conducción de turismos, tienen 2
tipos de cursos: estándar 1 y 2.
La diferencia, a parte del precio, entre uno
y otro recae principalmente es que el primero es sólo en el turno de mañana y
que no practican aquaplaning ni trazada.
Pero ¿qué te enseñan allí, a correr?.
Pues
más bien a todo lo contrario. Después de realizado el curso, se te quitan las
ganas de correr, ya que has experimentado lo que puede pasar a 60Km/h, con lo
que te puedes imaginar si vas más deprisa.
El curso comienza con una clase teórica, a
cargo de Luis Climent y su equipo de monitores, encabezado por Tomas Rufica,
Instructor Jefe. Como todo curso, necesita de unas nociones teóricas de lo que
se va a practicar a lo largo de la jornada, y que nuevamente vuelve a ser
necesario, más que complementario, a lo que te enseñan en la autoescuela.
Se
hace repaso de la postura al volante, del manejo correcto de los pedales, y
muy especialmente a la manera de conducir, demostrando en todo momento que una
mala posición, a parte del cansancio, puede acarrear heridas graves en caso de
colisión.
Tomas hace una excelente exposición de los
repartos y transferencias de masas, como influye en el derrapaje, subvirador y
sobrevirador, y lo que es más importante, como actúan los sistemas actuales de
frenado, control de tracción y estabilidad, se llamen ABS, ASR,
ESP, o cualquier otra sigla que las marcas se inventan.
En el caso de las frenadas de emergencia, me
parece muy interesante que recalque el accionamiento del embrague.
Pero después de casi una hora de charla y un
tentempié, toca la hora de ponerse en marcha y practicar lo aprendido.
Las instalaciones permiten organizar los
alumnos por grupos, de tal modo que se pueda practicar el mayor tiempo posible
y evitar largas esperas de turno, ya que se va rotando y cogiendo los coches
casi sin pausas.
Y en la
práctica ....
Slalom-aquaplaning-subviraje.
En este ejercicio se trata de realizar un pequeño circuito en el que se
comienza con un slalom entre conos, donde si tienes cualquier vicio o
deformidad en utilizar el volante te darás cuenta de cómo debes hacerlo para
no lastimarte y llevar el coche por donde quieres. ¡Ah!, muy importante, la
base de la izquierda de los pedales viene fenomenal para pisarla y así sujetar
el cuerpo. Más de uno bailaba en el asiento hasta que puso el pie allí.
Seguidamente
pasas por una balsa de agua, en la que inevitablemente haces un aquaplaning de
varios segundos hasta que te haces con el control. A parte de ser
espectacular, es una sensación indescriptible. Y finalmente, bien mojaditos,
pasamos por una curva de asfalto deslizante, en el que fácilmente se provoca
el subviraje si vas sin controles, o incluso el sobreviraje si entra en
funcionamiento el control de estabilidad.
Todo esto lo practicamos con coches sin
ayudas a la conducción, y con todas las ayuda posibles. Vamos “a lo
tradicional”, y con ABS, control de tracción y estabilidad.
Trazado de curvas
La Escuela tiene, a parte de las pistas
especiales, una réplica a escala 1:4 del circuito de Gran Premio. En ella se
practican las distintas trazadas. En cada curva te van marcando los puntos de
comienzo, intermedio y salida de la curva. Las hay de muchos tipos, incluso de
las que tienes que sacrificar “sasar” como diría Luis Moya, para tomar el
camino más correcto.
Y
para aderezarlo, en la supuesta recta de tribunas, te colocan un cambio de
carril, simulando que te sale un imprevisto. Se trata de circular por unos
carriles marcados por conos. Debes entrar a más de 60Km/h, y tienes dos
alternativas, derecha e izquierda. El monitor, por el walky que lleva en todo
momento, en el último instante te indica para donde debes girar, con lo que el
coche sufre un cambio de carril muy brusco, consiguiendo derrapar en el caso
de no llevar control de estabilidad, o manteniéndose en su trayectoria en el
caso de si llevarla. Como en todo cuantos más conos tiren menos puntos
J
Después de tanto ejercicio, se pasa a comer
en el Rte del Circuito, con unas vista de la pista GP, inmejorables.
Frenada
Llega
el momento de hacer detener por completo el coche, y en las peores condiciones
posibles, eso si, a no más de 50km/h. y con obstáculos de corcho. Para que te
imagines lo que pasaría si fueras a más del doble y contra algo más duro.
Las secuencias se alternan con coches sin y
con ABS, con neumáticos nuevos y desgastados, vamos sin dibujo. Primeramente
se practica la esquiva, de tal modo que se intenta levantar un poco el pie
para recuperar dirección y evitar el golpe. Después nos podemos olvidar de
todo y pisar freno y embrague a tope que con el ABS tenemos siempre dirección.
¡Menudo invento!, dicen algunos.
Pero
la que quizás cueste más controlar es la provocada por superficies distintas.
Que te las puedes encontrar en la carretera, pisando un poco de arcén o las
rayas de los pasos de cebra. Aquí el descontrol es casi inmediato y si no es
por el ABS, parece imposible hacerse con el coche. Sin estas ayudas, ABS y
control de estabilidad (ESP), hay que tener muy buenos reflejos para llegar a
hacerse con el coche.
Sobreviraje
La
parte más divertida, según opinión de los alumnos. Pero que sea divertida no
quiere decir que sea fácil. De hecho más de uno termina con dolor de cabeza,
de las veces que se intenta corregir el derrapaje hasta que se consigue.
Porque hasta que no te haces con él, no se cesa en la práctica.
Unas veces empujado por el monitor, cuando y
como quiere, y otras simplemente por el reparto de masa, el sobreviraje es
inevitable y depende de la sensibilidad y pericia del conductor el hacerse con
el coche, ya que a cada milésima de segundo que pase, los problemas se
multiplican. Divertido, si, pero a 50 Km/h, Dios no quiera que lo notemos
cuando vayamos a más de 100.
Aquí hay que dar una mención especial al
monitor, que sin haber terminado la digestión, se mete en el coche a tirar del
freno de mano y pasar una auténtica tortura de trompos y derrapajes.
Combinado
Como colofón, se prepara, ya todos los
alumnos juntos, un recorrido completo a todas las pruebas del día, slalom,
aquaplaning, subviraje, trazadas, sobreviraje, control de frenado, etc..
Tras las pruebas hay una breve reunión de
ruegos y preguntas, antes de la entrega de diplomas.
Nuevamente, un curso, donde el aprendizaje es
mayor, y la sensación de que el coche no es un juguete mas, se palpa en el
ambiente, cogiendo nuestros coches de diferente manera a como entramos en el
curso. No es que le cojamos miedo, le tomamos respeto.
Que si, hombre, que si, que hay que pasarse
por un curso de estos, y cuanto antes mejor para ti, y/o para los demás.
Alberto Lorenzo
(Septiembre 2004)
Puedes
comentar el artículo en el foro.
Entra ...
Otros artículos