AUDI A
3 CABRIO: un "sin techo" que "asombra" a muchos
Son
muchas las versiones cabrio que han pasado por nuestras manos. Unos nos han
gustado por su estética, otros por la facilidad de capotar y descapotar…
otros por sus cualidades mecánicas, otros por el prestigio de marca…. Pero el
A3 Cabrio 2.0 140 CV nos ha "asombrado" por todo lo anteriormente citado: un
auténtico sin techo que "asombra" a todo el que lo prueba.
No podemos negar el cache
que tiene el A3 dentro del segmento de los compactos. Es uno de los más
deseados por el publico juvenil…. y no tan juvenil.
La versión convencional ya
es bastante llamativa por su perfecta combinación entre lo elegante,
deportivo y funcional, pero también por sus excelentes acabados y
terminaciones de alta calidad.
Estéticamente
encontramos ligeras diferencias, también lógicas, ya que aunque se trata del
mismo coche, el concepto es totalmente distinto. En primer lugar, la estética
esta condicionada por la alargada capota de lona que enseña una línea de
techo ligeramente mas baja y plana que la versión con techo rígido. El resto
de los elementos del A3 Cabrio son comunes con su hermano de gama, destacando
como siempre la parrilla delantera de una sola pieza.
En la zona donde no
encontramos ninguna diferencia con sus hermanos de gama es en el interior,
con la acostumbrada lujosa apariencia de todos los mandos orientados hacia el
lado del conductor, que consiguen una gran ergonomía y facilidad de uso. El
diseño de los asientos permite una posición de conducción perfecta y aunque
el trayecto sea largo no se acusa cansancio.
El
interior está diseñado para acoger a cuatro adultos con una amplitud más que
suficiente, destacando la comodidad con la que se puede viajar en las plazas
traseras. La única "pega", por ponerle alguna es la dificultad que podemos
encontrar a la hora de acceder a las plazas traseras cuando la capota esta
desplegada. El maletero acusa el espacio que ocupa la capota cuando abrimos
el techo y es más pequeño que su hermano de techo rígido.
Otro aspecto que debemos
destacar del A3 Cabrio es la excelente estanqueidad en todos los aspectos que
ofrece la capota de lona. Una capota de gran calidad, que solo necesita 9
segundos para plegarse y que se puede hacer en marcha hasta una velocidad no
superior a los 30 km/hora.
140 CABALLOS SUAVES Y
REFINADOS
La versión que tuvimos
oportunidad de probar es la archiconocida y probada 2.0 TDi que incorpora
inyección directa por common rail con turbo, que dota al propulsor de una
gran suavidad de funcionamiento y un refinamiento hasta ahora solo visto en
propulsores gasolina. En esta versión, que sigue transmitiendo una gran
sensación de deportividad y empuje a todo régimen, rinde una potencia de 140
caballos y un par de 320 Nm desde tan solo 1.750 rpm. Nuestra versión
equipaba el cambio automático Stronic, lo que aumenta considerablemente esa
suavidad y refinamiento del que hablábamos anteriormente. El consumo en
nuestra prueba se ha situado ligeramente por encima de los 6 litros, una
cifra muy interesante sobre todo teniendo en cuenta todo lo que puede llegar
a ofrecer este propulsor.
Todas
estas y prestaciones y la calidad de los interiores del habitáculo no
serviría de nada si estuviéramos ante un coche "incómodo", y el A3 es de todo
menos incómodo. Ya hemos comentado la estanqueidad de la lona, con la
práctica ausencia de ruidos aerodinámicos, lo que hace que nivel de confort
sea alto. Los esquemas de suspensiones, independiente en ambos ejes con
MacPherson delante y multibrazo en la trasera, brindan gran estabilidad y
seguridad en todo momento. Por supuesto, como no podía ser de otra forma en
Audi, el equipo de frenos también funcionó a la perfección sin síntomas de
fatiga aún en conducción deportiva.
Resumiendo, debemos
concretar que estamos ante un "sin techo" que deja con la boca abierta a más
de uno…. y de una…. que reúne todo lo que un coche como este debe tener:
lujo, cache, imagen deportiva, motor excelente…. y encima que gasta poco.
José Andrés Merino
(octubre 2010)