FIAT
FREEMONT: UN ITALIANO CON ESPIRITU AMERICANO
El Fiat
Freemont es un monovolumen de 7 plazas fruto de la unión entre Fiat y Dodge. Es
un descendiente directo del Journey pero con una profunda adaptación pensada
para el mercado Europeo.
Con un
espíritu eminentemente familiar, el Freemont llega con el objetivo claro de ser
un vehículo pensado para el disfrute de la familia. La carta de presentación es
clara y concisa: 7 plazas. La disposición de los asientos es la típica de sus
más directos rivales, con tres filas transversales 2+3+2. Una de las
características del Freemont es que cada una de estas filas está colocada
ligeramente más alta que la anterior, con el fin de mejorar la visibilidad de
sus pasajeros. Evidentemente, la última fila se puede esconder debajo del piso
para aumentar la capacidad del maletero. De la misma forma también podemos
hacerlo con la fila central, parcial o totalmente, dejando una superficie de
carga prácticamente plana.
Un
accesorio muy original, aunque ya lo hemos visto en alguno de sus rivales, es
la posibilidad mediante una fácil maniobra de habilitar las butacas de la fila
central para que los niños viajen sin necesidad de alzador. Es un pequeño
suplemento que hace que el asiento eleve ligeramente su altura y los niños puedan
viajar con total seguridad y comodidad.
El
acceso a las plazas traseras se hace mediante las dos puertas laterales
batientes. A su favor hay que decir que abren hasta un máximo de 90 grados y
tienen un tamaño bastante grande, punto muy de agradecer a a hora de hacer la
maniobra de acceso.
En un
porcentaje muy elevado, la mayoría de los viajes que hagamos con el Freemont,
los pasajeros van a ser niños. Los más peques de la familia siempre viajan con
multitud de "accesorios" y en el Freemont tenemos hasta casi 150
litros de cofres perfectamente escamoteados para poder llevarlos. Debajo de la
banqueta del asiento del copiloto, huecos bajo los pies de los pasajeros, una
gran reposabrazos entre los asientos delanteros….. será difícil que nos
quedemos sin sitio.
El
equipamiento del Freemont es bastante completo y prácticamente no echamos de
menos nada. Una pantalla central táctil de 4,3`no permite controlar el equipo
de sonido y el manos libres para el teléfono. Otra pantalla algo más pequeña
colocada entre los dos relojes del cuadro hace de ordenador de a bordo,
manteniendonos informados en todo momento. La sensación de calidad y confort
está presente en todo el habitáculo y se respira cierto aire
"europeo" en todo el conjunto.
EXTERIORES
El
Freemont es un coche que llama la atención. Tal vez sea porque es un poco
desconocido, o porque gracias al anuncio de TV que estos días podemos ver está
llegando a todo el público, y la curiosidad ante la visión de un nuevo modelo
hace girar la cabeza a la gente. Pero ante lo que debemos tener ninguna duda es
que es un coche muy atractivo a la vista, y a ello contribuye lo bien
distribuidos que están los casi 5 metros de largo que mide y los casi 1,90 de
ancho. Tiene pocas diferencias con el
Journey, salvo los paragolpes, los logotipos y algunos detalles en los grupos
ópticos.
La
motorización que equipa la versión de pruebas que hemos tenido es la más
pequeña de las diesel, con 140 caballos (existe otra con 170 CV), que se han
mostrado más que suficiente para mover con soltura al Freemont aún a tope de
carga. El motor, de origen italiano Fiat, es un 2.0 litros multijet II que está
asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades del que no podemos
decir nada negativo. Su funcionamiento es suave y silencioso en todo régimen y
es una delicia conducirlo. El consumo en nuestra prueba después de algo más de
600 Km se ha detenido en poco más de 7 litros cada 100 km. Una cifra muy
interesante si tenemos en cuenta el volumen total del conjunto.
Como conlusion podemos sacar que si lo que
buscamos es un coche versátil, con capacidad para llevar hasta 7 personas, con
un diseño e imagen muy atractivos y un rendimiento mecánico sobresaliente, el
Fiat Freemont puede ser nuestro coche.
José Andrés Merino
(noviembre 2011)